¿Los niños hacen un uso responsable de su móvil?
Cada vez vemos más niños hipnotizados por la pantalla de su móvil.
Ya es algo muy habitual ver en los bancos del parque, o en cualquier otro lugar de reunión de niños, preadolescentes y adolescentes, que apenas tienen conversación entre ellos. Nos los encontramos con el cuello inclinado hacia abajo, hipnotizados por la pantalla de su móvil esperando su próximo me gusta o comentario, después de subir a su red social favorita el mejor selfie del día.
Esto es algo que debería preocuparnos y mucho, pero a veces lo hemos normalizado hasta tal punto que en realidad no llegamos a ser conscientes de la influencia y repercusión que tendrá en sus vidas el uso descontrolado del móvil. También es muy importante asegurarte de que el contenido que están visualizando en el móvil es apto para ellos.
Los padres son los principales responsables del buen uso del teléfono móvil de sus hijo/as.
Procura no dar lugar a escuchar de tu hijo/a un: —«Si tú también haces lo mismo».
Aunque esto no es una pauta de comportamiento exclusivamente infantil. Los adultos somos los máximos responsables y los primeros en tener que dar ejemplo. Si tú estás más pendiente del móvil que ellos, no te sorprendas cuando quieras reprender a tu hijo/a por el uso abusivo del móvil y te encuentres con un: «pues tú también haces lo mismo». Tienes que anticiparte a ello.
Tampoco nos vayamos al otro extremo y te comportes de forma paranoica, controlando todos sus movimientos obsesivamente sin respetar su espacio y los derechos de los niños. Dale siempre un boto de confianza. La clave está en llegar a un buen entendimiento y si es necesario un acuerdo que le comprometa a utilizar el móvil y la conexión a internet con una utilidad responsable.
Realiza un contrato de confianza con tu hijo/a.
Para ello te proponemos firmar este modelo de contrato para garantizar por ambas partes que se respetan nuestros derechos de padres e hijos. En el contrato se establecen unos límites claros y consensuados para el uso responsable del móvil como por ejemplo:
- Normas de respeto a la dignidad y privacidad propia y de terceros.
- Límites en el tiempo y espacio de uso. Para evitar caer en el uso excesivo o en que se convierta en un elemento que interrumpa otras actividades.
- Normas para la descarga y utilización de apps y redes sociales (recordemos que las RRSS tienen una edad mínima que es recomendable siempre respetar).
- Acceso a las contraseñas por parte de los padres con el límite del respeto a la privacidad a la que tienen derecho los menores.
Revisa el contrato periódicamente y modifícalo en caso de que sea necesario. La finalidad de este contrato es que se puedan revisar y ajustando periódicamente. Con este contrato, ya tenemos un punto de partida para analizar si tu hijo/a está cumpliendo o no con el compromiso que ha firmado y tomar las decisiones oportunas según los puntos que haya cumplido, bien sea para renegociar las condiciones del contrato y establecer unos nuevos puntos.
